22.5.13

Despidiendo Terrazonia


Todo el mundo sabe que siempre quise hacer un discurso de despedida de Terrazonia.
Nunca encontré el momento idoneo y creo que nunca podría haber hablado a todos los que estuvisteis aquí alguna vez.
Los que sólo estuvieron de pasada, los que disfrutaron con cada cumple, cada barbacoa o cada momento especial reposando el alma en el sofá
Y se que tampoco podría hablar a quién prácticamente nació aquí y que representa el primer alma de Terrazonia, nuestro pequeño Niko.
En este lugar recibimos las malas y las buenas noticias y ahora que se desvanece creo que llevar a cuestas su recuerdo es como llevar un pedacito de vida a las espaldas.
No hay sufrimiento o soledad que eclipse nuestras vidas aquí y sólo podemos pretender en seguir adelante.
Así que por Noe, por Niko, por todos los que pisasteis esta Tierra, vivamos la vida como si el mañana no fuese a llegar.

Este es el vídeo que ilustra su final.





Despidiendo Terrazonia from Jesus Navarro on Vimeo.

13.5.13

Planeta Música II

La música no tiene sentido cuando simplemente acompaña nuestra vida como un pasajero de abordo, como si fuese un invitado más a la fiesta, la música no se describe ni se interpreta científicamente. Hay momentos en la vida que todo parece detenerse, que todo es un pozo de incertidumbre y te encuentras a merced de los elementos. Un poco más cerca del abismo que elmotro día cuando todo parecía mucho más fácil. Pero ese mismo abismo tiene un eco que devuelve un sonido inexplorado. Cuando cerramos los ojos a toda situación controvertida, podemos entrar de lleno en un nuevo mundo. Y ese mundo se compone de una insaciable búsqueda por bailar y tocar con la música de ese momento. En ocasiones sucede que las letras que nada tiene que ver cono nosotros están dialogando precisamente con nuestras vivencias y las palabras que dicen blanco están diciendo en realidad orilla, No tiene ningún sentido, no tiene ninguna lógica pero a veces la ventaja de no entender los idiomas nos abre la puerta de un entendimiento con nuestra precepción de la misma música. Estoy en esa búsqueda, esa comunicación epifánica que me arrastre y me deje caer al abismo y con suerte espero flotar con cada nota y que en la caida pueda ver que hay algún mundo al que pertenezca, al menos se puede decir que lo estoy intentando.

12.5.13

GENERACIÓN

Acabo de leer que Constantino Romero ha muerto. Poco después de recibir la noticia de la partida de Alfredo Landa un  no puede evitar dar un vistazo atrás y empezar una cuenta aciaga de personas y personajes que nos van dejando. Es una generación que va marchitándose y que guardaba la imagen y la voz de nuestras vivencias. Como generación joven, alimentada por ondas de radio y bits de información hacemos nuestra esa muerte como una pequeña hendidura en nuestra vida, porque sin ser nada para aquellos iconos, los hemos sentido muy de cerca, es lo que tiene la era de la comunicación, la barrera de lo perceptible se desliza de lo físico a lo sensorial, las experiencias a través de los medios nos acercan a un bagaje cultural más dinámico, y cada película, cada emisión, cada vistazo a la red nos acerca a un mundo amplio y que hasta ahora no tenía demasiada familiaridad con la muerte. Es el ocaso de los ídolos de nuestra generación, iconos de un tiempo cercano con los que hemos crecido, cercanos en la distancia que separa la mirada de la ficción o de la representación. Es el relevo que la historia nos cede, unos viven y otros mueren,  es el hito más significativo para comprender de una vez que el mundo está en nuestras manos, puede que seamos la escoria de la Tierra o los que controlen cada movimiento del engranaje de la Humanidad, pero estamos ahí, estamos heredando el tiempo. ¿qué podremos hacer?

11.5.13

RECUERDOS: Cine X

Recuerdo ir al Cine X cuando era pequeño, a veces iba con mis hermanos o con toda la familia. Muchas de las pelis que me han marcado en la infancia las he visto allí, en el Cine X.

RECUERDOS: Amanecer en la estación

Madrugar para ir al instituto en mayo cuando los primeros rayos de sol rozan las paredes de tu habitación era uno de los mayores placeres que tenía mi vida adolescente. Un acontecimiento simple convertido en un símbolo de la llegada de un verano que como todos los veranos prometía el refrescante aroma de la noche y la plácida sensación de no tener que hacer nada. Mi habitación, la más pequeña de la casa era como un pequeño templo en el que empezaba a forjarse este mundo interior de expresiones escritas, de reflexiones personales y filosofías de andar por casa. Y cuando el alba teñía de ámbar a luz de esos días de primavera cuando sentía una extraordinaria sensación de vitalidad, me decía a mi mismo que ese iba a ser un gran día, y  a veces era cierto. Pero en mi cabeza está el recuerdo sonoro de canciones que parecía hacer bailar al sol, una de ellas, Boogie Man de Aerosmith me hacían desperezarme y encontrar el aura de belleza que rodeaba ese día. Hoy la memoria despierta ese recuerdo, pero hay miles de canciones, miles de días que amanecieron en la que fue mi habitación durante tantos años, como digo, la más pequeña pero la que contenía el mundo más grande que pude vivir, experiencias, aventuras, desgracias y desventuras que describen el arco de la persona que soy.

5.5.13

Hambre de cine

Muchas veces miro la estantería de mis dvds y me devano los sesos intentando elegir una película que pueda ver en la tranquilidad del hogar, a veces opto por pelis ya vistas pocas o muchas veces, pero en raras ocasiones desenvuelvo una peli nueva que no haya visto antes, probablemente me digo a mi mismo que no es el momento apropiado para verla o que puede que no la preste suficiente atención. Sin embargo hay ocasiones en que ninguna intención se convierte en la mejor de las intenciones. Momentos de rutina de zapping llevan a redescubrir pequeñas joyas o experiencias agradables, cuando no inolvidables, son esos momentos en los que me reconcilio con el cine, para mi es una sensación de novedad subjetiva, una especie de trance estético que me transporta directamente al mundo tras el celuloide. En esos momentos pienso que el cine es una entidad viva que late con nuestras sensaciones, una película mediocre o demasiado enmascarada acaba resultando tediosa, previsible y vacía, por muy bien que se elabore el producto, sigue siendo eso, un producto. El secreto es anteponer la pulsación que vibra dentro de aquello que queremos contar, sacarlo a toda costa. Por eso películas sencillas son tan terriblemente atractivas, no necesitan ocultarse tras la teatralidad y el engaño digital, que a veces condenan la creatividad dando al traste con la verdadera esencia del cine que no es otra que contar historias en imágenes.

Mi hambre de cine, por lo visto, sigue ahí, espero que no se me olvide.